Primer Grado Primera Orden "Celador":
"Yo no me encuentro en posesión de la Verdad"
Si alguno de nuestros lectores cree que somos una especie de gurú que viene a traer la Verdad, su verdad, se encontraría en un grave error.
Quiere esto decir que ¿mis palabras están equivocadas?, ¡en absoluto!, son verdad; pero son "Mi Verdad"
Desde hace unos años, basado en el mito de observación de un elefante por personas privadas de la visión, en un contexto arquitectónico, desarrollamos la siguiente analogía y que no es otra cosa que un experimento mental.
Imaginemos una gran construcción con sótano imcluído y en la que, de forma exclusiva, utilizáramos ladrillos que poseyeran una cámara de vídeo incrustada en cada una de sus caras.
¿imagináis por donde van los tiros?
Cómo buenos albañiles hemos terminado nuestra edificación, teniendo en cuenta que todas las cámaras de cada uno de los ladrillos se encuentren perfectamente conectadas y en funcionamiento.
¿Lo veis?
Nos encontramos en la sala de control y observamos que muchas de las cámaras no ofrecen imágenes y es natural, dado que no dan ni al exterior ni al interior del Edificio, dado que sus caras están unidas a los otros ladrillos mediante cemento. Algunos de los ladrillos, sus cámaras ninguna ofrecen imágenes, dado que forman parte de los cimientos y, por lo tanto, se encuentran bajo tierra donde no llega la Luz.
Comprobamos que unas cámaras miran al norte, otras al sur, al este y al oeste o hacia el cielo, en los ladrillos finales de la azotea, con lo cual su visión es completamente diferente unos de otros; pero vamos a ser un poco más selectivos e imaginemos que la focal de cada una de las cámaras en un pelín larga; es decir, son pequeños teleobjetivos.
En ese caso, comprobaríamos que, incluso dentro de una misma pared del edificio, la visión en las pantallas, del entorno, va de diferentes muy diferente, dependiendo de lo cercanas o alejadas que se encuentren, entre sí nuestras cámaras.
Creo que ya entendéis hasta donde os quiero llevar.
La Humanidad es un Ser complejo, una Comunidad, constituída de millones de individuos y cada uno de ellos posee un punto de vista diferente de la Verdad. A ese punto de vista lo podemos denominar como realidad, no Realidad que sería el equivalente de la Verdad, sino realidad en minúsculas y, con esto llegamos a la conclusión de que en la humanidad existen tantas realidades como individuos existan.
La Realidad, o sea, la Verdad, debemos de considerarla como un inmenso puzzle constituido por una infinidad de piezas que casan unas con otras.
Con esta analogía, se demuestra que nada ni nadie se encuentra en posesión de la Verdad; en todo caso, de su verdad y que está condicionada así propia realidad, aquella que puede observar; es decir sentir y vivir.
Siempre que me dirijo a vosotros, necesito que tengáis esto en consideración, que no poseo la verdad, aunque pueda mostraros una pequeñísima parte de la verdad, la que yo puedo vivir, sentir, observar y, muy, muy importante: INTUIR.
Es debido a ello que siempre intentamos tener nosotros y solicitamos a los demás dos cosas muy simples, Respeto y Comprensión, porque cualquier detalle, por pequeño o descabellado que pudiera parecer, podría representar la final representación de nuestro Puzzle de la Verdad; es decir, debemos de tener en consideración, siempre, el personal punto de vista de los demás pues nuestra visión de ella es limitada y está condicionada por nuestros sentidos de percepción, sean estos físicos o mentales y espirituales.
El compartir nuestra personalísima percepción del Mundo Espiritual solo pretende ayudar a los demás, me dirijo a vosotros, a que completéis, con mi limitada visión, la propia vuestra. Solo y nada más que eso. En ningún instante intentamos convencerlos de que vosotros estáis equivocados y yo poseo la Verdad absoluta.
Todos podemos ayudarnos los unos a los otros a recordar nuestra natural divinidad. Mientras sintamos que estamos divididos en una multitud de individuos, que la Humanidad no es un solo Ser, veremos todo parcializado desde nuestro punto de vistae intentaremos convencer a los de
más que el nuestro es el único válido y que los demás están completamente equivocados.
El Conocimiento quede desprende de este hecho, es el fundamento de la humildad y del reconocimiento de que todos necesitamos de los demàs para complementarnos y formar ese Ser que nunca hemos dejado de ser, a pesar de que cada día, por la procreación, se encuentra más dividido: La Humanidad.
Aralba Pensator Minister (Frater RC)