¿Qué tienen en común dos vías iniciáticas tan diferentes? Por el
contrario ¿En qué se diferencian? ¿Qué influencia mutua existe entre el
Movimiento Rosacruz y la Institución
Masónica ?
Aunque no imposible, son preguntas difíciles de contestar dada la
atomización que existe en las organizaciones que se autodenominan como
rosacruces o rosacrucianas así como por la variedad de obediencias y ritos que
conforma la Institución Masónica.
Hay que dejar claro que el original Movimiento, Secreto, denominado
como Rosacruz jamás constituyó una Institución física que fuera
transmitiéndose, por generaciones, mediante cartas patente, al contrario que la Institución masónica,
cuyas logias, para poder trabajar, es necesario que estén constituidas y
refrendadas mediante documentos debidamente acreditados y que constituirían su
pedigrí.
El Movimiento Rosacruz surge en el siglo XVI con el fin de ofrecer al
Mundo de su época una Reforma general de las ciencias, las artes, la religión y
el buen gobierno. Nace en un entorno de la Reforma protestante y muy influenciado por
movimientos mágicos y místicos provenientes de las Islas Británicas, de manos
de personajes tan influyentes como fuera el Dr. John Dee. Dicho movimiento dejó
algunos escritos: la Fama ,
la Confessio y las Bodas Químicas. A partir de entonces, hasta el Siglo XVIII
en que resurge dentro del seno de la propia Masonería, el silencio.
Las instituciones rosacrucianas, tal y como las conocemos hoy en día,
no surgen hasta finales del siglo XIX, principios del XX y siempre de manos de
inquietos e ilustres masones que intentaban compartir cierto conocimiento
místico con las mujeres y otro público profano.
Si hay alguna institución Rosacruz moderna que merezca elogios por su
trabajo continuado y veraz, esa es el Lectorium Rosicrucianum o Escuela
Internacional de la Rosacruz Moderna
o, también, Rosacruz Áurea. Durante todo su recorrido, jamás han incurrido en
engaño alguno indicando una filiación histórica inexistente.
Todo ello ha convertido al Lectorium, Rosacruz Áurea, en una verdadera
institución religiosa de carácter reformista. Reforma que implicaría tanto al
cuerpo como al alma y su espíritu. La misión principal de la Rosacruz no es cambiar la Sociedad sino al
Individuo. ¿Que luego se produzca un cambio, por inducción, del entorno de sus
miembros? Sería algo añadido; pero no su función principal.
Por el contrario, la
Masonería sí intenta cambiar la Sociedad para que ésta
pueda constituir algún día, un Mundo mejor donde sea más fácil vivir y donde
todos los componentes de la Especie Humana
pudieran llegar a ser felices. De algún modo, vemos como aunque los medios
resulten parecidos, el cambio del Individuo para que influya en la Sociedad y así poder
cambiar, los fines pueden ser coincidentes en muchos aspectos; pero la Rosacruz pretende una
Regeneración radical, tanto física como Espiritual del Hombre y de su mundo; es
decir, se centra en un plano más místico y la Masonería lo hace en el
Plano Social, aunque algunos de sus ritos y obediencias no descuiden tampoco
esa espiritualidad de la que hace gala la Rosacruz.
Por otro lado, la
Rosacruz Moderna, como Institución además de iniciática
también religiosa, posee una serie de doctrinas y dogmas más o menos rígidos que
conllevan sus propios rituales dentro de los Templos. La Masonería , en general,
dado que provee de una libertad casi absoluta a sus hermanos para la
interpretación libre de los símbolos y rituales puede decirse, en ese aspecto,
que está libre de algún tipo de doctrina concreta o dogmatismo que pudiera ser
roto.
De hecho, solo los landmarks serían esa frontera incorruptible que
nunca se debiera traspasar en las logias masónicas; pero esas directrices más
que doctrinas suponen un sistema ordenado necesario para poder relacionarse
entre los hermanos de los diferentes talleres. Como institución ecuménica, desde
su origen, deja libertad a todos sus miembros para que crean en ese principio
Creador, el principal Landmark, del modo que mejor considere cada hermano y así
no entrar en confrontación doctrinal religiosa alguna.
Como instituciones iniciáticas poseen muchas cosas en común, dado que
el fin último, en ambos casos, solo es alcanzable con la transmutación del Ser
Humano de Bestias en hombres y mujeres de digna moral. La Vía de la masonería se
produciría por un camino lento y progresivo que terminaría puliendo la piedra o
personalidad humana. La Vía
de la Rosacruz
Áurea, aunque también progresivo mediante grados internos, requiere una
transformación mística del antiguo ser en un nuevo Ser, el Hombre y Mujer
Nuevos.
Para terminar se nos podría realizar una última cuestión: Ambas vías
iniciáticas ¿son incompatibles entre sí? A lo que deberemos de contestar con un
tajante, en absoluto. Para la masonería, la Rosacruz Moderna
puede ser considerada como una vía religiosa más a integrar dentro de su
organización de carácter ecuménico. El problema podría venir, de la parte
contraria, de existir algún tipo de incompatibilidad doctrinal; pero ello no es
así dado que la Vía Iniciática
de la Rosacruz Moderna ,
considera su Camino como de Masonería espiritual.
De algún modo, aún pudiendo existir de forma independiente, de hecho lo
hacen, ambas instituciones; podría decirse que son vías complementarias que
tienden a converger en el fin y que, en muchas ocasiones, se tocan
tangencialmente en algunos de sus escalones o grados. Existe una diferencia
fundamental; pero que no es excluyente: Para pertenecer a la masonería puedes
ser de la religión que quieras o incluso no pertenecer a ninguna; pero el solo
hecho de ser miembro de la Rosacruz Moderna
hace que te autoexcluyas de cualquier otro tipo de Religión establecida, que no
de determinadas creencias religiosas, dado que la Rosacruz Áurea, su
trayectoria histórica, siempre ha estado coronada por el más puro sincretismo
esencial. Como dijera Platón: Vinimos aquí no para aprender, sino para
recordar.
Aralba