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viernes, 15 de octubre de 2021

Lección 25, Primer Grado, Primera Orden

 Primer Grado Primera Orden "Celador":

"Los eones"



En el anterior capítulo gnóstico hablamos sobre la Plenitud del Pleroma, el Dios Incognoscible de los antiguos gnósticos cristianos; pero también hablamos de lo que eran los eones "células del Pleroma que solo pueden observarse en un determinado nivel de observación y en cuyo interior se encuentran diferentes universos"



Aunque los eones son algo esencial y que seguiremos, de continuo, mencionándolos; en esta ocasión nos vamos a centrar, primero, en un Eón muy especial para nosotros pues es quien nos da la vida y en donde habitamos "Sophía" y un Grupo determinado de eones que los antiguos gnósticos cristianos conocían como la Corte Celestial y cuyo número es indeterminado, dependiendo de las diferentes tradiciones gnósticas.



Haciendo caso al Gran Hermes Trimegistos en su sentencia de "Lo de Arriba es como lo de Abajo"; es decir, que el microcósmos posee una semejanza estructural con el macrocosmos, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, de que la Corte Celestial, respecto del Pleroma, cumple una función similar a la de nuestra Personalidad con nuestro Cuerpo séptuple Humano.



Ya dijimos que el Pleroma en su nivel esencial no posee barreras y su estructura es similar a un infinito Océano donde sus molécuas de agua no parecieran estar separadas entre sí; pero si bajamos nuestro nivel de observación comprobamos como cada gota de agua está, presumiblemente, separada de las demàs por una membrana.



Igual que en la Personalidad humana, que está constituida de una jerarquía de egos o yoes, la Personalidad, vamos a llamarla así, del Pleroma está constituida por una jerarquía piramidal de eones que se van turnando continuamente en sus funciones. Eso es lo que se conoce como Corte Celestial.



Del infinito número de eones existentes en el Pleroma no conocemos apenas nada. Más adelante veremos cómo sí conocemos algunas cosas gracias a sus reflejos, en nuestro Universo, en la forma de las estrellas; pero sí es cierto que no conocemos si poseen galaxias como nuestro Eón Sophía y si estás, de existir, son de las mismas características físicas que la Nuestra.



Conocemos la Historia del Eón Sophía porque todos nosotros formamos parte de dicho Eón; de tal modo que como diminutas partículas holográficas que somos tenemos en nuestro "Liber Mund", el Genoma, mucha de la información referente a su Historia.



Según los antiguos gnósticos, nuestra Celestial Madre increada y emanada, Sophía, decidió conocerse más a sí mismo y al Pleroma del que forma parte. Dado que, por mucho que echaba hacia atrás su memoria, jamás podía ver un principio. Su sensación, como no podía ser de otro modo, era de una preexistencia atemporal e infinita; por lo tanto, ella misma como el propio Pleroma así como su Corte Celestial, eran un misterio insondable, para sí mismo, del que no podía encontrar, a pesar de su inmenso poder, respuesta alguna.



Entonces Sophía decidió realizar consigo misma y dentro de sí, un experimento con el fin de conocerse mejor y entender su existencia; dicho de otro modo, tomar consciencia de lo que era ella y todo lo que la rodeaba. Dado que Sophía, como Eón, solo es Mente, emanó a un Ser que podría denominarse como su propio y único hijo encargado de desarrollar su experimento, en forma de un Drama Teatralizado, a nivel Cósmico y basándose en las infinitas imágenes del Mundo de la ideas, la Memoria del Pleroma y la suya propia.



Cuando tratemos el siguiente cspítulo acerca del Demiurgo profundizaremos en él, tanto como en el.proceso de creación. Ahora no queremos dispersarnos porque estamos centrados en los eones. 



Bien, lo cierto es que dicha Creación resultó un terrible desastre, lo cual demuestra la imposibilidad de una Omnipotencia Divina y entonces el Pleroma, mediante la Corte Celestial, tomó parte en este asunto para que el Experimento no resultará un completo desastre. 


No, la Corte Celestial, la Personalidad del Pleroma, no dejó a Sophía a merced de su suerte y aunaron todos los esfuerzos, tanto de la propia Corte Celestial como del resto de eones, para que el Trabajo realizado hasta ese momento, por el Demiurgo



según las instrucciones de Sophía, terminara, en algún momento, dando fruto; es decir, responder a las preguntas de Sophía que, ahora sí, se habían convertido en las propias preguntas de sus hermanos eones así como del propio Incognoscible o Pleroma.



El gnósticismo judío, parte importante del gnósticismo cristiano concibe el hecho de la Creación mediante una suerte de emanaciones mediante el conocido como Árbol de los Sephiroth, No obstante, dado que es una Tradición que nos proporcionaría más incertidumbres que respuestas la dejaremos de lado, no sin antes hacer un breve intermedio en el que podamos indicar cómo surgió la Gnósis Cristiana, que no el Cristianismo Oficial instaurado por Roma.



El Pueblo Judío està cargado de mitos que se remontan a su insondable origen, como Pueblo Semita, en la antigua Sumeria y que va nutriéndose por las propias tradiciones gnósticas de los Pueblos e imperios a que estuvo sometido, como Babilonia, Persia, Egipto, Grecia y Roma. Con mucha probabilidad, del Egipto de Amenophis IV, toma la idea del monoteísmo y a la cual ya no renunciará, relegando a las anteriores divinidades a una suerte de huestes celestiales.



En la época, justo anterior, al nacimiento del gnósticismo cristiano, en Judea, existía una secta de judíos gnósticos conocidos como los Esenios y que practicaban ceremonias iniciáticas y de cuyo seno surgió, así lo entendemos, la Gnósis Cristiana, como una suerte de sincretismo entre la Tradición Esenia, con sus componentes asimilados de otras culturas anteriores y las ideas de la Grecia Platónica.



No podemos conocer, con exactitud cuando nació el Cristianismo gnóstico, dado que dicha historia quedó relegada al olvido mediante las inquisitoriales manos de Roma y, por lo tanto, de los conocidos como padres de la Iglesia; pero no nos equivocaríamos demasiado si situarnos la creación de la Gnósis con el periodo de la predicación, en aquellos lares, del Gran desconocido Filósofo Griego, de origen turco, Apolonio de Tiana.



Con mucha probabilidad, la inexistente historia del Jesús neotestamentario esté, como poco inspirads en la figura real del Taumaturgo y milagrero Apolonio.



Luego Roma eliminó, al menos lo.intentó, de sus registros la figura de Apolonio sustituyéndola por la de Simón el Mago, convirtiéndolo así, en el adversario de los supuestos discípulos del Jesús crucificado y que, con mucha probabilidad, fuese un individuo, con otro nombre, probablemente rabino y Líder Celote; es decir, procedente de una Organización terrorista contra la ocupación de Roma; y al que, paradójicamente, le atribuyeron las mismas cualidades que poseía el ficticio Simón el Mago, recreación falsa de la Figura de Apolonio.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C